TALLER ANGELELLI Y SU MESA MULTIFUNCIONAL

La Mesa Multifuncional es un proyecto del taller de carpintería que funciona en el Colegio Angelelli. Allí se acercan estudiantes de diferentes barrios buscando conocimientos técnicos pero también, soluciones concretas para poder realizar mejoras en sus viviendas, sostener un emprendimiento propio e imaginar una veta en la madera que los lleve a un futuro mejor.

    Ya tengo la entrevista coordinada con dos referentes del taller de carpintería del colegio Angelelli y hacia allí me dirijo. Voy subiendo con el auto por la avenida Crucero General Belgrano y como casi siempre me paso unas cuadras antes de doblar a la derecha, por una calle de ripio y pozos que conduce a uno de los epicentros del barrio 34 Hectáreas. Allí están el jardín Mundo Nuevo, la escuela Vida, el Aitué y el Angelelli. 

Estaciono y entro al patio del colegio que conduce hasta la carpintería. El olor a aserrín entra por los poros. Las máquinas del taller están a la vista, algunas de ellas en funcionamiento. Entre ellas está Diego Dalmasso que me recibe con un mate en mano. También están presentes, entran y salen, saludan y preguntan estudiantes de diferentes edades, géneros y barrios que conviven en este hábitat que emana el espacio del taller, donde uno de los proyectos que funciona es el de construcción de la Mesa Multifuncional.

Marcos Mella, me estrecha su mano firme y su mirada serena. Se presenta como uno de los referentes junto a Carlos Ortuño. Y sin que le pregunte nada comienza por el principio. “La construcción de la mesa multifuncional es algo que venimos pensando desde hace mucho tiempo y nace de la necesidad, más bien de la imposibilidad de comprar toda esta maquinaria de carpintería industrial que es muy costosa, entonces le buscamos la vuelta en ver cómo podemos trabajar con herramientas de mano eléctricas.  Siempre estamos pensando que es lo mejor para los alumnos y esa intención tratamos de proyectarla y hacerla posible: transmitir el conocimiento de la carpintería, la posibilidad de crear proyectos de trabajo como emprendedores, como un proyecto personal. Porque en este rubro es muy complicado conseguir un trabajo como auxiliar de carpintería porque no hay tanta demanda. 

La idea de la mesa multifunción nace de querer facilitar una herramienta que sea práctica, que entre en el baúl de un auto, por ejemplo, y que cada uno pueda realizar sus proyectos desde su casa o su pequeño taller para vender, hacer trabajos de carpintería o mejoras en sus viviendas. La primera mesa multifuncional se realizó a fines del 2022. En ese espacio de taller, los interesados traen todos los materiales y aquí nos dedicamos a armarla y, después de 8 o 10 clases, se llevan esta mesa multifunción para sus hogares. A pesar que es una máquina que se ve sencilla de fabricar, tiene sus complejidades”, advierte Marcos. 

Este es un proyecto de la Escuela Angelelli que comienza y termina con el ciclo lectivo y resulta una prueba piloto con personas que quieran participar de este espacio y esta tarea. Y, sin dudas, hay vecinos que tienen mucha iniciativa. Además, hay algunos que combinan este taller con el de herrería y complementan ambos saberes. El taller se realiza los días miércoles, acuden vecinos de entre 18 a los 65 años, con una presencia femenina muy fuerte. 

“La idea siempre es transmitir que sí se puede, qué hay posibilidades de encarar proyectos propios, y que ahora hay una gama y creaciones de productos que se pueden realizar usando información disponible en internet. Ellos han sido capacitados con un año de carpintería, algo que sin dudas requiere de más tiempo para conocer en profundidad el oficio, sin embargo, nuestro acompañamiento es estar atento a lo que soliciten y darles esa oportunidad. Las mesas se pueden usar con diferentes máquinas que uno quiera adaptar, aunque las más usadas son la circular, la caladora y taladro”, enumera Marcos, que es docente de Gente Nueva desde hace 11 años, pero conoce esta carpintería desde hace mucho más, cerca de su inauguración el año 96. “Recuerdo que ya tenía ganas de entrar a este espacio por esas épocas y no podía porque todavía era menor de edad. Yo en ese entonces cursaba primaria en esta escuela, ya que soy del barrio 34 Hectáreas, conozco a su gente y al lugar. Ni bien ingresé siempre tuve un apoyo muy grande de Julio Akerman y Alberto Gorbalán, que son profesores que me proyectaron como futuro docente de esta escuela. Siempre me decían que me veían coordinando este espacio y fueron muy importantes en mi formación, así que les estoy muy agradecidos”. 

Marcos toma un mate, busca unos retazos de madera y muestra la precisión con que corta en la mesa multifuncional. En los ojos se nota el orgullo que representa este producto y el taller en general. Mientras toma un último sorbo, le pregunto si quiere agregar alguna posdata a esta entrevista que le quede pendiente. No duda, y como si lo tuviera planificado concluye: “es muy importante las ganas que uno le pone a este espacio desde lo humano, tener llegada a las personas que aquí se acercan y estar presente cuando lo necesitan. Uno puede ser muy bueno en lo teórico pero si no llegás a la gente, no alcanza. En mi caso creo que sigo en este espacio porque soy un vecino más que entiende a la gente y acompaña en montón de situaciones que pasan. Fue largo mi camino hasta aquí, ya que 27 años estando en este espacio, aportaron mucho a mi crecimiento individual como persona, antes como alumno y ahora como docente”.

                                                              LAS VETAS DE LA PANDEMIA

   Carlos Ortuño integra Gente Nueva desde el año 2004, cuando comenzó como maestro de grado para adultos y rememora la gestación de los talleres en este colegio: “La idea desde hace un tiempo es ofrecer algo diferente para las necesidades del barrio, entonces aparecieron los talleres de oficios. En lo personal es como un desafío que me llevó a repensar mi rol dentro del taller, en el cual pueda acompañar a los profesores de oficio y darles un acompañamiento real buscando una profesionalización. Creo que es importante que no todo tenga que ver con el hacer, sino que exista una parte teórica, con un programa que se lleve adelante con aval del Consejo de Educación. Así fui incursionado en los diferentes talleres de panadería, carpintería, arreglo de electrodoméstico, todos espacios que animan a quien se suma a una propuesta de trabajo teniendo en cuenta los alumnos que hoy tenemos. En un momento este colegio tenía una respuesta más enfocada a lo social y ahora más a lo laboral, brindando una oportunidad de conocimiento”. 

_¿Cómo nació la idea de armar la primer mesa Multifuncional?

_ Creo que la pandemia nos marcó un montón y llevó a repensarnos, porque los talleres de oficio necesitan imperiosamente de lo presencial. Creo que esa ausencia de lo presencial, nos llevó a pensar en que esta mesa multifuncional sea viable, que haga posible realizar determinados trabajos y que no implique un costo inmenso a la hora de producir. Así es que después de mucho investigar y averiguar, hoy estamos replicándola, algo que nos pone muy contentos. Los alumnos entienden este espacio como una posibilidad de trascender y que sus conocimientos no queden encerrados en el ámbito de este taller. La verdad es que tienen un compromiso enorme porque no faltan nunca y se les nota que quieren aprender ya que son muy comprometidos.  Al igual que la escuela, que siempre está en movimiento, así que está bueno que los proyectos que surjan sean visibles para el resto de la comunidad. Creo que es un inicio de algo que se puede proyectar a largo plazo, es solo el comienzo de algo más profundo. 

                                                 TALLER DE ARMADO DE JUGUETES

    “Nosotros ya habíamos tenido una experiencia con juguetes de madera, y ahora se centralizó con un grupo de adultos mayores, con quien venimos trabajando hace varios años. Ellos están abocados a la pintura con técnicas de rodillo, con laca y la idea es seguir profesionalizando con horas de vuelo. También realizan los detalles integrales de algún producto o cuestiones puntuales teniendo en claro que para lograr un producto de calidad, que sea atractivo, tiene que estar bien realizado. Así es que le pusimos el condimento de que exista la posibilidad de que este espacio genere un mínimo ingreso para quienes participan. Esta tarea tiene sus complejidades y cuestiones técnicas específicas respecto al armado que son de las que yo me ocupo”, sostiene Diego Dalmasso, tallerista de carpintería y referente de este proyecto.

Los primeros cuatro módulos que están armando, los compró la propia Fundación para entregar a sus jardines de infantes, lo que, en principio, sirvió para recuperar el dinero en materiales que aportó en su momento. El grupo ya está consolidado y lo componen entre 5 y 8 mujeres adultas de barrios populares que se juntan a trabajar todos los viernes. “Pensá que yo comencé en la escuela en el 2010 y todavía tengo alumnas de ese momento que siguen hasta la actualidad. Si bien tenemos un diagnóstico en un montón de cuestiones, nos damos cuenta que muchas no pudieron terminar el proceso de lecto escritura. Es que esta escuela nace como una primaria para jóvenes y adultos y su principal esencia, quizás, es el grupo de alfabetización. No obstante, siguen viniendo porque el hábito está tan arraigado que ya es parte de una rutina que no quieren perder”. 

Sin embargo este espacio es mucho más, porque a la vez es un lugar donde encuentran un grupo de pertenencia con otras mujeres, donde tomar un mate, comer una torta frita y compartir cuestiones de su vida cotidiana. En determinadas ocasiones hay articulaciones con la salita de salud, donde sostienen encuentros puntuales, como por ejemplo, casos de violencia doméstica. Aquí las puertas siempre están abiertas y el espacio está presente. Y eso se siente en el aire, se ve en la sonrisa de quienes se acercan cada semana y en el abrazo recíproco que sostienen con sus docentes.

VOCES, en primera persona

“Estuve haciendo una suplencia en el colegio Aitué y desde hace tiempo quería hacer algo relacionado a carpintería, así que me acerqué a principio de año y me gustó la propuesta de hacer la multifuncional. En mi caso los conocimientos de este taller me permitieron realizar el bajo mesada de mi casa, por ejemplo. Creo que es un elemento muy útil para adaptar herramientas y darle mayor amplitud a lo que se puede crear. Creo que lo bueno de venir todas las semanas es que avanzamos constantemente con las prácticas, sea una o dos veces por semana. Sin embargo hay mucha gente que no sabe de este taller y le puede llegar a servir.”.

Mariana/ Barrio Las Cartas

En las redes sociales encontré el taller Angelelli y vine a participar de una clase abierta donde enseñaban a utilizar las maderas y trabajar con eso. A medida que fui experimentando me fue gustando, así que me anoté para hacer el taller y después de dos años me recibí de auxiliar de carpintería. Mi proyecto personal fue ir comprando diversas máquinas para uso doméstico y elaborar productos que me han pedido como encargo. Estoy apuntando a ese proyecto de vida.  Creo que fue una gran experiencia venir a este taller no solo por los conocimientos, sino el apoyo y todo lo que ofrece en la parte humana,  que considero fundamental en la parte educativa. Aquí nos ofrecieron armar esa mesa para que todas esas máquinas que tenemos en forma individual las unifiquemos y trabajemos mucho mejor, en forma más prolija y optimicemos la función de cada máquina y eso aporte a un trabajo final”

Sandra/ Barrio Ñireco

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