GENTE NUEVA
La potencia de lo Colectivo
Con un Gimnasio Amuyén colmado se realizó el encuentro de cierre de año de Gente Nueva. Casi 300 almas que componen los equipos directivos, docentes y no docentes de la Fundación, se congregaron este lunes 9 en Virgen Misionera a reflexionar sobre este año transcurrido y a proyectar un próximo 2025, repensando una agenda de trabajo propia.
Así es como se socializaron análisis coyunturales y se visibilizaron los diferentes y variados proyectos que lleva adelante esta Organización que hace rato dejó de ser solamente educativa. En las diversas exposiciones brotaron palabras claves e interrogantes que fueron denominador común, en algunas de las seis mesas de Prácticas Pedagógicas de Gestión Social que se dividieron en diferentes aulas, luego de la apertura.
¿Cómo nombrarnos a nosotrxs mismxs? ¿Qué es la gestión social? ¿Qué instancias podemos articular para potenciar nuestro trabajo? ¿Para qué estamos formando?, fueron algunas de esas preguntas.
Entre ese gimnasio colmado de gente, había caras y manos de nuestra ciudad que hacen, planifican, transforman y hacen tangible lo que pensamos. Trabajadores y trabajadoras de todos los barrios y edades posibles que hoy componen Gente Nueva. Un 70 % de los presentes integra nuestras escuelas desde hace más de 3 años, dato que refleja la continuidad de los equipos de trabajo.
Allí estaban para poner en palabras en cada una de las comisiones sus ganas, sus ideas, sus miedos y futuros proyectos, y a pesar de todo, invitando siempre a ser parte.
Porque seguimos creyendo en la Potencia de lo Colectivo. Porque creemos que el hacer experiencia tiene relevancia. Y sobre todo porque en estos tiempos de intemperie hay que ocupar espacios.
La apertura del encuentro estuvo a cargo de Federico Ingaramo, presidente de la Fundación, quien enfatizó en que “este encuentro es posible gracias a las y los compañeros de formación que lo pensaron y a los casi 30 compañeros que están presentando las diversas experiencias de sus prácticas áulicas o territoriales.
Este encuentro llega en un momento del año donde vemos mucha práctica, con mucho laburo puesto, poniendo el cuerpo y también con muchas ganas de contar y dar cuenta lo que estamos trabajando. Es que queremos proponer algunas respuestas a esta situación coyuntural que estamos viviendo, siempre mirando para adelante sin saber muy bien lo que se viene. Entonces creemos que ante este panorama lo mejor es plantear una agenda propia, en relación a las escuelas, barrios y relación de pertenencia donde trabajamos. Sin dudas que tenemos con qué. Entonces el intercambio de estas casi 20 experiencias da cuenta de ese laburo que nos propusimos en marzo, pero tiene todo el recorrido histórico de esta organización”.
Ingaramo sostuvo además que “esta agenda propia también es posible por un lado por las 350 prácticas que llevamos adelante todos los días con los grupos o proyectos, llegando a fin de año sosteniendo espacios colectivos con referencias. Creemos que es momento también de encontrarse a reflexionar y pensar, pero también festejar. Necesitamos un poco más de kermesse y no tanto plenario. Proponer momentos de fiesta, de encuentros de generar esas instancias. Todos estos proyectos tienen una práctica concreta, un encuadre institucional y una fuerza de organización como Gente Nueva”.
Después de 40 años como organización social una marca distintiva propia es poder adaptar proyectos a las necesidades existentes. Pensarnos como educadores de gestión social en una organización como Gente Nueva, es una invitación a ser parte de nuestras prácticas cotidianas: proyectos culturales, carritos garraferos, ferias barriales, proyectos de oficios con la línea sur, compras barriales, Semana de las Artes, pueden ser algunos ejemplos.
Por su parte María Riera, integrante del Consejo Directivo, entendió que “el desafío de hoy tiene que ver con la convicción y claridad de que hay que salir de nuestras prácticas educativas, animarse a abrir las experiencias, y hablar sobre gestión social y su pedagogía. Está bueno que nombremos eso desde lo que estamos haciendo, desde nuestras experiencias educativas cotidianas, donde todo lo fuimos enlazando, construyendo colectivamente. Entonces el espacio de hoy también es eso: dar cuenta de esa potencia colectiva que tenemos entre todas las escuelas y construcciones que logramos haciendo experiencias. Hoy hacer experiencia tiene relevancia, porque toca el cuerpo, nos hace crecer en todo sentido, entonces la invitación viene por ahí”.
Después del trabajo en comisiones, llegó el ansiado almuerzo compartido y se realizó una Varieté en el Centro Cultural El Negro, que seguida por unas palabras a cargo de la Comisión Directiva, cerró la jornada de ayer.
Otro año se nos termina y uno nuevo se nos presenta con interrogantes, desafíos, preocupaciones y metas a cumplir. Promete no ser nada fácil. Pero no nos detiene ni asusta: ya enfrentamos todo tipo de pestes sanitarias, económicas y gubernamentales. Y aquí seguimos estando. En cada una de esas coyunturas, siempre resurgió el espíritu de supervivencia que tienen las Organizaciones Sociales.
En tiempos en que pareciera que todo se desgrana, se desmorona, que pierde sentido, nosotros proponemos, sostenemos y potenciamos.
Y aquí estamos, mirando para atrás y yendo por más.