GENTE NUEVA capacita en distintos oficios a jóvenes de Pilcaniyeu.

     Con gran entusiasmo y con la presencia de la intendenta de la vecina localidad, Daniela Cornejo comenzó la capacitación del colegio Angelelli, de la Fundación Gente Nueva, a jóvenes del Municipio de Pilcaniyeu. Los talleres de oficios son de herrería, carpintería, panadería/repostería y reparación de electrodomésticos y electricidad. La idea central es que se puedan capacitar y tener una salida laboral o armar su propio emprendimiento.

     «Una de las principales preocupaciones que tenemos es que hay muchos jóvenes en nuestra localidad que no se han podido ir a estudiar, que no tienen un aprendizaje más que el secundario y resulta bastante complicado que vayan a otra ciudad a seguir sus carreras. Muchos de los chicos que lo intentan se quedan a mitad de camino y vuelven a nuestra localidad, donde lamentablemente no tenemos mucha salida laboral. Con esta inquietud nos contactamos con la Fundación Gente Nueva, particularmente con la escuela Angelelli, con quien tuvimos las primeras reuniones en abril de este año y fuimos armando el proyecto a trabajar. Así es que después de juntarnos varias veces, entusiasmados de ambas partes por la propuesta, comenzamos a mediados de agosto con los primeros talleres”, resume Cornejo quién comenzó su gestión en diciembre pasado.

    La convocatoria inicialmente tuvo mucha repercusión e inscriptos, así es que seleccionaron estos 4 talleres en el que finalmente participan 20 jóvenes, que vienen en un transporte que aporta la municipalidad de Pilcaniyeu, que los lleva y los trae a Bariloche, al barrio 2 de Abril. De esta manera todos los miércoles el transporte parte antes del mediodía desde Pilcaniyeu, y arriba cerca de las 13 horas, a la escuela Angelelli que les ofrece un almuerzo. Después ingresan a clase hasta las 17:30, donde emprenden la vuelta y llegan una hora y media después a sus hogares, lo que implica una actividad de todo el día.

   «La semana pasada tuvieron su primera clase y están todos muy contentos y ansiosos por lo que tienen por delante. La apuesta es sumar otros talleres de oficios y que los chicos sigan aprendiendo lo que quieran hacer. Entendemos que la escuela es estudio, compromiso y responsabilidad y algo que hay que tomar con seriedad. Analizaremos cómo se desarrollan las actividades en lo que queda del año porque la idea es no quedarse en esto, y por qué no el día de mañana tener una escuela de oficio o un centro de producción en Pilcaniyeu”, sostuvo la intendenta, quien agregó que los materiales que se requieren para hacer los trabajos de cada taller los facilita, principalmente mediante donaciones, su municipio.

    Laura Velázquez, docente del colegio Angelelli y una de las referentes del proyecto resume que “los talleres y contenidos completos son anuales y la idea es que terminen estos talleres y acrediten el aprendizaje real del oficio el año próximo con un título matriculado. Cada taller trabaja con proyectos que van avanzando en complejidad y aprendizaje con el tiempo. La propuesta es sumar un día más de cursada, con un teórico que pueda ser virtual para sumar carga horaria. Lo importante es que después de tanta planificación comenzamos y estamos haciendo realidad que creemos innovador ya que no conocemos ninguna experiencia similar donde una organización social capacite en oficios a jóvenes de otros municipios”.

 

   Cabe mencionar que las formaciones profesionales que tiene la Fundación Gente Nueva están avaladas por el Ministerio de Educación de la Provincia de Río Negro, y a futuro también se contempla la posibilidad concreta de formar a formadores, y que sean ellos mismos, los que en la actualidad están cursando, quien capaciten.

    Velázquez reconoció como principal dificultad para concretar este proyecto, la logística de horarios y organización que requiere la planificación de ambas partes. Lo que hicimos fue mover horarios y poner la escuela a disposición para que quede un día disponible específicamente para este grupo. Cada taller tiene un cupo de alrededor de 7 personas, más los docentes de la escuela. A su vez también abrimos las puertas al barrio por si una persona se quiere sumar completando el cupo en cada taller, algo que sirve y mucho al intercambio entre ambas localidades. Por suerte se dio y creo que el año que viene vamos a tener otra perspectiva y planificar en consecuencia”.

    Realizando un balance de la primera jornada de trabajo, Manuel Fernández, docente de herrería detalló que cada espacio “es un taller educativo, donde la idea es enseñar saberes básicos de la herrería contemporánea, con moladora, soldadora y distinta maquinarias y herramientas de mano para que se puedan empezar a desenvolver en un espacio más laboral, a partir de la creación de objetos pequeños, y que eso se pueda después transpolar a una obra o al desempeño que sea necesario. Algunos de ellos ya tienen experiencia en este oficio y quieren perfeccionar ese conocimiento, aunque también hay gente que empieza de cero. Me parece muy importante este intercambio entre Bariloche y Pilcaniyeu, como para generar nexos y trabajar entre ambos espacios”.

  Al respecto Roxana, profesora de panadería y repostería agregó que “los chicos están entusiasmados y tienen muchas ganas de aprender. Las clases semanales son super dinámicas y pueden incorporar muchos conocimientos. En este espacio tenemos un programa armado para ellos donde comenzamos con panificación y continuamos con repostería”. Las producciones que van realizando semanalmente en los diferentes talleres (panes, tortas, tablas de madera, artesanías, etc) los jóvenes se las llevan a sus hogares para compartir con sus familias y promover una muestra a fin de año en ambas localidades.

  La convocatoria a este proyecto se realizó mediante redes de la Municipalidad de Pilcaniyeu, que habilitó un teléfono donde informarse y convocar a los interesados a inscribirse. Esta localidad de 1.500 habitantes, que tiene 11 parajes rurales diseminados en una vasta zona geográfica, tiene como una de sus principales problemáticas el desempleo y la falta de horizonte de los jóvenes cuando terminan la secundaria.

   En relación a esta coyuntura, María Riera, integrante de la Comisión Directiva de Gente Nueva precisó que “la Fundación Gente Nueva hace más de 40 años mediante sus distintos proyectos educativos, ha estado en relación directa con lo que las poblaciones, comunidades y territorios que van demandando, necesitando determinadas acciones que las escuelas pueden ir dando respuesta. En el caso concreto de este proyecto con Pilcaniyeu, donde la demanda está en una formación profesional que tendrá impacto en su localidad, nace de la inquietud propia de su población, en donde después de un entramado de conversaciones armamos un proyecto educativo con formación profesional en la escuela. Esta demanda está en sintonía de favorecer la atención para adultos y jóvenes que muchas veces no encuentran lugares para formarse, porque las estructuras son muy rígidas o directamente porque no hay propuestas educativas en estas líneas. La idea central fue hacer un proyecto posible con las distancias que tenemos y con la posibilidad de ampliarlo a futuro, en donde sin dudas el intercambio enriquece un montón a todos”.

    El colegio Angelelli nació hace 30 años en el barrio 2 de Abril, como centro educativo para jóvenes y adultos que querían finalizar sus estudios de nivel primario. La escuela fue creciendo y las demandas fueron variando. Reciben una población de jóvenes y adultos en dos turnos y cuentan con dos modalidades: la escuela primaria y los talleres post primarios de oficios. Es el aprendizaje de la práctica y la teoría de los oficios lo que atrae a la mayoría de sus estudiantes.

   «Estamos cerquita, a unos 65 kilómetros, pero a la vez estamos lejos, y alquilar en Bariloche para alguien que se quiera ir a estudiar es una complejidad muy grande, por disponibilidad y precios. Cuando un chico viene de un pueblo pequeño a estudiar a la ciudad, por lo general vuelve, pero cuando es en grupo creemos que es distinto, porque tiene otra fortaleza, otro sentido de pertenencia. Al respecto los chicos nos contaban la semana pasada con el inicio de los talleres que venían todos calladitos, como con miedo y que al regreso a nuestro pueblo el grupo no paraba de charlar, reír y compartir anécdotas de lo que habían vivido en su primera jornada que vivieron con mucha alegría”, concluyó Daniela Cornejo, la primera intendenta electa de Pilcaniyeu.

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