Ping Pong con Josefina Villegas


“No hay que perder la motivación nunca “


Josefina estudió y se recibió en ESRN Amuyen, donde hoy es profesora de Matemáticas. En esta entrevista nos detalla, cómo fueron sus inicios como estudiantes, los cambios que observa en los colegios de Gente Nueva y los desafíos de los docentes frente al aula.
_¿Cómo te presentarías?
_Soy Josefina Villegas, tengo 27 años y soy profesora de Matemáticas. Actualmente trabajo en tres colegios, uno de ellos es el ESRN Amuyén. Cuando venía a este colegio, dos de los profesores de quinto año me prepararon para la carrera que quería estudiar que era Ingeniería, la que cursé durante tres años en la Universidad del Comahue. Después, una profesora del curso de ingreso de esa carrera me convocó y preguntó si no tenía ganas de comenzar Matemáticas, algo que siempre me gustó, así que fui por ese lado y ahora ya soy profesora.
De chica vivía en el Barrio Frutillar y venía a cursar el secundario en Virgen Misionera. Empecé en el año 2011 y recuerdo que en esos momentos se contaba con un colectivo del colegio que comenzaba su recorrido en el barrio Pilar e iba levantando por la ruta 40, a los alumnos que estudiaban en los kilómetros. Eso pasó hasta el 2013 que se dio de baja, y tuve que comenzar a tomarme dos colectivos para venir. Me egresé en el año 2015
_¿Por qué estudiabas en Virgen Misionera teniendo otros colegios más cerca?
_En su momento, tenía ganas de ir a un colegio más cerca, pero mi mamá trabajaba en uno de los colegios de la Fundación y le gustaba el mecanismo de sus escuelas. Así que probamos un año: me gustó y ya me quedé el resto del secundario. Recuerdo que lo que más me gustaba además de las clases, era el comedor y las actividades a contra turno.
_¿Seguís teniendo vínculo con tus compañeras egresadas?
_Sí, sobre todo con un grupo de seis de amigas, y a muchos otros los veo porque llevan a sus hijos a alguno de los jardines o colegios de la Fundación y nos saludamos siempre con un fuerte abrazo.
_¿Cómo sucedió que comenzaste a trabajar en ESRN Amuyén?
_En 2024 se abrió una convocatoria y me presenté a una entrevista y quedé como profesora, primero en turno mañana, después con una suplencia en turno tarde y actualmente titularicé en ambos turnos. A la mañana estoy en los terceros y a la tarde con primero y segundo.
_¿Qué diferencias observas entre colegios y los de Gente Nueva?
_Actualmente trabajo en otros dos colegios que no son de la Fundación y sin dudas que lo que más se distingue es la parte social y comunitaria de Gente Nueva. Desde sus colegios hay mayor preocupación por el otro, más compañerismo entre todo el equipo docente, sabes qué le pasa al otro. Creo que la relación que se tiene con los chicos es mucho más cercana y las familias en muchos casos las siento más presentes que en otros colegios.
_¿Cómo sentís a las adolescencias en relación con las instituciones educativas?
_Está faltando motivación, que es algo más profundo que lo académico. Creo los adolescentes tienen que tener motivación en el mañana, por lo que va a venir y no ven como prioritario aprender o hacer para seguir creciendo. Quizás 1 de 20 contesta que quiere hacer tal cosa. El resto no sabe. Y es muy poco. Es triste en ese sentido, pero me motiva a seguir buscando alternativas. Hay días que están motivados y otros en que no tienen ganas de hacer nada y a veces se entiende por las problemáticas que atraviesan. Por eso creo que en lo actitudinal del docente y en cómo muestra lo que hace está la clave: si uno transmite que es importante el mañana, creo que se puede prender una lucecita. Pero si vengo, no le pongo ganas a la clase y me voy, no se cambia nada. Ese ejemplo sirve desde lo más pequeño, como acompañar o escuchar, y se puede ir ampliando a algo más grande.
_¿En qué cambió el Amuyén desde que estudiaste hasta la actualidad?
_La escuela en todos estos años creció desde su infraestructura hasta la matrícula. Cuando estudiaba aca solo había un turno: a la mañana había tres primeros y tres segundos y la tarde estaba tercero, cuarto y quinto. Actualmente hay turno mañana y turno tarde para todos los grados, con mucha más matrícula.
Creo que el comedor marcó un montón a los que estudiamos en este colegio, y está buenísimo haberlo sostenido en el tiempo. Me acuerdo que cuando estudiaba tuvimos que salir a vender rifas para poner este piso de cerámicos que está ahora porque antes era solo una carpeta de cemento.
Por otra parte me fue muy significativo para mí, entrar por primera vez a la sala de profesores: quedé en shock porque nunca había ingresado y sentí que me paraba desde otro lado. Lo mismo que ver a docentes que fueron mis profesores, ya como colegas. Eso me emocionó un montón y por más que habían pasado casi diez años fue como volver a mi casa.
_¿Qué crees que se podría potenciar?
_Algo que ya está pasando, es que se están abriendo muchos más espacios recreativos o eventos culturales, como la peña que se hacen con regularidad o las diferentes muestras que permiten acercase a las familias y al barrio de otra manera. Eso antes no se daba tanto ni de esta manera. Sin ir más lejos el Centro Cultural el Negro no estaba y lo que genera ese espacio es un montón, tan lleno de talleres y presentaciones. Está buenísimo que se generen esos espacios donde los territorios participan e intercambian, porque permiten conocerse entre todas las instituciones y su gente.
_¿Objetivos personales a corto y mediano plazo?
_Me gusta mucho capacitarme así que uno de mis objetivos es seguir superándome. Me gustaría seguir creciendo e involucrarme un poco más con los alumnos y la coyuntura en general. También seguir buscando estrategias para que los chicos tengan ganas de entender y hacer cosas, algo que en la actualidad está costando bastante.
_¿Cómo definirías a Gente Nueva en una palabra?
_ Una de las palabras, sin dudas, sería familia. Las otras serían: Vínculos y motivación.
_¿Alguna posdata?
_Que nunca es tarde. Yo empecé una carrera, no la terminé, volví a insistir y ahora estoy haciendo algo que me encanta, que es estar en el aula con los chicos. Creo que no hay que perder la motivación nunca y todos y todas tenemos un lugar donde podemos estar para poder hacer un montón.

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